Tal día como hoy, hace justamente un año, Alma y yo entregamos el ofrecimiento para abrir un expediente de adopción nacional. Y hoy lo hemos celebrado como se merece: con bizcocho de chocolate casero y soplido de vela.
Durante este año han pasado muchas cosas.
Recibimos la noticia de que se abría la lista de adopción nacional en Madrid con una gran alegría, pero también con bastante incredulidad. Después de haber descartado, muy dolorosamente, la posibilidad de formar nuestra familia a través de la adopción, no terminábamos de creernos que nuestra situación hubiera girado 180º.
Pasamos varios meses convencidas, en secreto, de que los papeles no habrían llegado bien. No los entregamos directamente en el Instituto del Menor, sino a través de la ventanilla única de nuestro pueblo, así que nos temíamos lo peor. Sin embargo, las dos permanecimos calladas para no quitarle la ilusión a la otra, hasta que nos llegó la carta que confirmaba la apertura del expediente y, muertas de risa, supimos que habíamos estado compartiendo las mismas paranoias. Gracias a ese papel oficial, registrado y sellado, empezamos a creernos que, contra todo pronóstico, estábamos inmersas en esta aventura que es la adopción.
A los pocos días, decidí emprender la búsqueda de otras familias que también estuvieran en la misma situación que nosotras. Si algo he aprendido desde que inicié mi vida adulta, es que los caminos difíciles se transitan mucho mejor en compañía, y que ahí fuera hay siempre un montón de gente estupenda deseando compartir experiencias contigo. Así que me puse manos a la obra y no tardé en descubrir que, efectivamente, se había abierto un grupo de Facebook como el que buscaba.
Hasta entonces, me había negado rotundamente a tener un perfil en Facebook: porque me parecía una pérdida de tiempo, porque no quería compartir información personal de manera poco segura... en fin. A lo largo de los años había atesorado una gran cantidad de motivos para hacerle el boicot a esta red social, y todos ellos se evaporaron en apenas unos instantes cuando supe que la gente que buscaba estaba ahí.
Todavía recuerdo cuando se lo conté a Alma:
– Tía, me he hecho un Facebook.
– ¿Un Facebook? ¿¿Por qué??
– Para participar en el grupo de adopción. Era la única manera.
– ¡¡Pero si tú nunca habías querido tener un Facebook!!
– Lo sé. Pero era la única manera.
Participar en este grupo me ha permitido aprender un montón de cosas que desconocía sobre el proceso de adopción. Sin embargo, lo más valioso para mí ha sido compartir la ilusión de recibir el certificado de idoneidad, la emoción de estar esperando la llamada y la alegría infinita de conocer a tu bebé. Situaciones que ya han disfrutado muchos miembros del grupo y que yo he celebrado como si fueran un poquito mías.
La lista se mueve. Dicen que más lentamente que en otras convocatorias, pero se mueve. Son más de cien las familias que ya han sido citadas y que se encuentran en diferentes etapas del proceso. Mi apuesta personal siempre ha sido que tardaríamos cuatro o cinco años en culminar el proceso, y parece que, por el momento, mis expectativas se están cumpliendo.
Para quienes esperamos, un año más es un año menos.
Así que ya estamos a tres o cuatro de cumplir nuestro sueño.
La lista se mueve. Dicen que más lentamente que en otras convocatorias, pero se mueve. Son más de cien las familias que ya han sido citadas y que se encuentran en diferentes etapas del proceso. Mi apuesta personal siempre ha sido que tardaríamos cuatro o cinco años en culminar el proceso, y parece que, por el momento, mis expectativas se están cumpliendo.
Para quienes esperamos, un año más es un año menos.
Así que ya estamos a tres o cuatro de cumplir nuestro sueño.
Que bien! como dices...un año menos!! Parece poco pero es mucho!! Felicidades!
ResponderEliminar¡¡Mil gracias!! :D
ResponderEliminar