Cuando veía que otras mujeres embarazadas daban a luz y abandonaban sus blogs, aunque solo fuera durante un tiempo, siempre pensaba: "Eso no me ocurrirá a mí. Porque la escritura forma parte de mi vida, se imbrica con ella precisamente en los momentos más intensos, así que, cuando mi bebé nazca, escribiré, seguro. Escribiré más que nunca, de hecho".
Ya.
Supongo que es una más de las tantas bofetadas de realidad que la Vida me ha ido dando en las últimas semanas, desde que nuestra pequeña nació y descubrí que nada era como me imaginaba.
A veces me pregunto si es que soy demasiado inocente, demasiado listilla, o si tal vez tengo mucha menos imaginación de la que creo. El caso es que nunca acierto cuando imagino las experiencias más importantes de mi vida, como trabajar de profesora, vivir con Alma o tener un bebé. Yo creo que van a ser de una manera y resulta que son de otra muy diferente. Al principio, mucho peores: es lo que tienen las expectativas; al menos, las mías. Después, mejoran. Se vuelven reales y mejoran.
Como en ocasiones anteriores, esta vez me he vuelto a ver sobrepasada por todo lo que supone recuperarse de un parto y atender a un bebé recién nacido. Aún así, he escrito. He escrito más que nunca, de hecho. Pero no con mis dedos, en un teclado. Ni siquiera sobre un papel. He escrito mucho, como tantas otras veces, pero en mi mente.
Es un hábito antiguo que tengo: reelaborar mis experiencias, más cuanto más intensas, a través de la escritura, aunque sea una escritura mental. Y, en esta ocasión, no ha sido diferente. Escribir me ayuda a pensar, a ordenar el caos existencial en el que tiendo a sumergirme, a asumir lo que me ocurre y a planear (aunque luego nada salga como había imaginado) lo que vendrá.
Aun así, mis dedos bullen con la necesidad de ver plasmados todos mis escritos mentales en una pantalla. Quiero contar, más que nunca, cómo fue el final de mi embarazo y el principio de esta aventura que es la maternidad.
Nos lo merecemos. Mis dedos y yo, y todos los ojos que nos leen :)
Eso nos ha pasado a todas. Recuerdo que cuando nacio mi hijo tarde dos dias en volver a encender el ordenador. Yo siempre he vivido colgada de la tecnologia. Asi que imagina. Antes, el movil era una extension de mi mano y ahora hay dias que tengo que llamarme para saber donde lo he dejado cuando llega el final del dia. La maternidad o mas bien tener estos pequeños milagros que son nuestros hijos, es otra etapa de vida que es completamente diferente a la anterior pero que se disfruta igual e incluso mucho mas que la anterior. Solo que es cierto que los esquemas con los que has vivido hasta entonces, si que hay que hacerles una buena actualizacion.
ResponderEliminarSon fases, ya verás como poco a poco, el caos inicial en el que parece haberse convertido tu vida se reorganiza. Nunca va a ser todo como antes, pero tampoco como en estos primeros momentos, te lo aseguro. Hay que no forzar las cosas, poco a poco, vamos encontrando todos nuestro sitio y los bebés van poco a poco siendo ligeramente menos dependientes. Dicho esto, estoy deseando leerte, así que cuando puedas y quieras, aquí estoy para leerte!!
ResponderEliminarQué hermosa noticia! La intensidad siempre se lleva mejor cuando las palabras acuden a nuestro encuentro. Ansío seguir leyendo tu experiencia tan conmovedora. Gracias por compartirla con nosotros.
ResponderEliminar¡Muchas gracias, chicas, por vuestra comprensión y vuestros ánimos!
ResponderEliminarNo quiero que las cosas vuelvan a ser como antes, pero... ¡algunas las echo de menos! Como tener un poquito más de tiempo para pasarme por aquí ;)
Hola preciosa!!! A mí me pasó exactamente como a ti, tenía unas expectativas no reales de lo que era la maternidad! Y tampoco entendía por qué las madres abandonaban los blogs !! Pero lo dicho yo recuerdo el principio tan duro ... por nuestras circunstancias aún sigue siendo durillo pero por lo general como tú dices cuando aceptarás las cosas como son todo es más fácil
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