Ahora que estoy cerca de terminar la primera caja de heparina, puedo decir que... ¡no es para tanto!
Yo le tenía mucho miedo. Para no dañar mi autoestima, me decía que le tenía "respeto"; pero, en realidad, estaba giñada. Giñada porque no me gustaba la idea de tener que ponerme una inyección cada día, y giñada por las cosas que había visto y oído acerca de la heparina. Ya sabéis: fotos de moratones inmensos, descripciones minuciosas del escozor horrible que provoca el líquido entrando en tu cuerpo... Por supuesto, se trata de experiencias reales de mujeres reales, pero ahora sé que también se puede vivir de otra manera.
Antes de empezar a pincharme, leí muchos foros, blogs, página de Internet, y también vi unos cuantos vídeos en YouTube. Además de encontrarme con horrores, también aprendí unos cuantos trucos que me han venido fenomenal. Supongo que, al final, cada una tiene que descubrir lo que le va bien mediante ensayo y error; pero, por lo que pudiera aportar, voy a explicar cómo me pongo yo las inyecciones.
Para empezar, me pensé muy mucho el desinfectar la piel con alcohol. Había leído que el alcohol es el culpable de parte de los moratones, por lo que algunas chicas, simplemente, se limpian la piel con agua y jabón. Como yo suelo pincharme según salgo de la ducha, me pareció buena idea, pero en el último momento, me arrepentí. Así que lo que hago es buscar una buena zona para pinchar (al principio es fácil, pero después se complica), echarle alcohol y esperar a que se seque. Y la verdad es que hacerlo así no me da ningún problema.
Las inyecciones me las pongo en la tripa: ya en mi primera inseminación, cuando tuve que pincharme el rompefolis, comprobé que, contra todo pronóstico, no duele. Es verdad que apuntar con una aguja a la barriga da cierto vértigo, como si fueras a hacerte el harakiri; pero luego apenas se nota, de verdad. Lo que sí es importante (con cualquier inyección, pero yo creo que con la heparina mucho más) es coger un buen pellizco de carne, una buena lorcita, y separarla del cuerpo. Y mucho mejor si se coge en los laterales de la tripa, incluso directamente en los "flotadores". La buena noticia es que, si alguna vez has odiado tu grasa abdominal, ahora vas a dar mil gracias de que esté ahí.
La aguja hay que insertarla con firmeza, pero también con mucho cuidado. Si no aprietas lo suficiente, no entra (y es que a mí me da la sensación de que estas agujas son gorditas, aunque a lo mejor es solo una impresión mía); pero tampoco hay que hacerse daño. Simplemente darle un empujón para que pase la barrera de la piel: ahí es donde se nota un pinchacito, que no es nada del otro mundo. Después, hay que inyectar el líquido MUY LENTAMENTE. En el prospecto lo pone así, en mayúsculas, y tiene mucha razón. Si se hace así, no lo notas, o por lo menos yo nunca he notado esa sensación que muchas chicas describen de estarse inyectando algo parecido al ácido, porque no me escuece. Cuando el émbolo ha llegado hasta el final, cuentas diez segundos y sacas la aguja, también con mucho cuidado.
Otro motivo por el que pienso que esta aguja es gordita es que nunca me he raspado con ella. El rompefolis, por ejemplo, tiene una aguja muy fina y, a veces, al sacarla, me he rozado la piel y me he dejado un arañazo. Con esta no. Lo que sí me ha pasado es que cueste un poco sacarla, y que al salir haga una especie de "pop".
Después de sacar la aguja, es importante soltar el pellizco de carne muy lentamente, para que la heparina se extienda por el cuerpo a la misma velocidad que ha entrado. Esto a mí no se me ocurrió la primera vez, así que solté el pellizco de una vez... y vi las estrellas. Casi no podía ni ponerme recta. Pero, si se suelta lentamente, apenas duele. Sí que es verdad que, durante un rato, se queda la piel enrojecida, pero es de haber cogido el pellizco. Pasados unos minutos, mientras no te toques, el pinchazo deja de doler.
Cuando suelto el pellizco, ya no hago nada. Se recomienda no frotarse, porque entonces salen moratones, pero hay chicas que se aprietan, incluso con algo frío, como un hielo. Yo lo probé el primer día, por lo asustada que estaba, pero me pareció un engorro y dejé de hacerlo. Lo que tampoco hago es darme alcohol otra vez en el pinchazo, porque lo hice tres veces (no sé en qué estaría pensando) y se me quedó un punto gordo y rojo (que luego pasó a ser morado) alrededor del pinchazo. Cuando dejé de hacerlo, dejo de aparecer.
Durante el resto del día, no me toco la tripa. Lo máximo que he hecho es echarme crema en el lado contrario al que me había pinchado el día anterior. Aun así, no sé si lo hice con mucho brío, pero "emergió" un pequeño moratón. Y digo que emergió porque salió ya amarillo verdoso, nunca estuvo morado. La verdad es que lo de la crema es un reto, porque yo tengo la piel extremadamente seca y, si no me echo crema frecuentemente, me salen puntos de dermatitis. Y supongo que, cuando te quedas embarazada, tienes que echarte crema antiestrías y esas cosas. Así que todavía tengo mucho que aprender sobre este punto.
Por lo demás, la verdad es que no llevo nada mal lo de pincharme a diario. Cuando lo imaginaba, se me hacía un mundo, pero ahora forma parte de mi rutina: me ducho, me echo desodorante, me seco el pelo, me pongo una inyección y desayuno. Tampoco es que sea la ilusión de mi vida, pero confieso que estarlo haciendo me empodera de alguna manera. Enfrentarme a este reto me hace sentirme más fuerte, más capaz, y eso me parece muy positivo.
Además de porque no me están quedando moratones (la mayoría de los pinchazos ni se notan, solo los tres puntos gordos, que ya se están borrando), estoy contenta con la heparina porque no tiene efectos secundarios. Nada que ver con mi experiencia durante las estimulaciones, con el dolor de tripa inmenso, el mal cuerpo, el no poder casi moverte sabiendo que, aun así, todavía tenías que pincharte una o dos veces más, aumentando con ello tu malestar. Pincharse hormonas es HORRIBLE. Pincharse la heparina es mil veces mejor.
Ahora solo queda cruzar los dedos para que haga el efecto que esperamos.
¡Genial tu aportación! Yo me estuve pinchando heparina desde el inicio de la estimuación hasta el final del embarazo, nueve meses de pinchazos diarios en la tripa. Al principio me escocía un poquito pero a las pocas semanas nada de nada. Para mí lo más importante era no frotar después del pinchazo para que no saliera moratón. Yo estoy delgada, así que era complicado encontrar un buen pellizco de grasa. Y ya verás, cuando luego te crezca la barriga cada vez será más difícil ;-) ;-) Un abrazo muy muy fuerte, ojalá esta sea la pieza que faltaba en tu puzzle y puedas contarnos un gran positivo
ResponderEliminarHola!!!
ResponderEliminarMe alegro mucho que estés contenta con el Adiro y la Heparina.
Si tu notas cambios es que los hay y según entiendo ya prontido tendrás el ciclo, no?
O primero te van a hacer analíticas de coagulación a ver si hay cambios?
Es que como yo no tenia trombofilia, simplemente me lo recetaron sin hacer nada mas..(era tratamiento empírico)
Maria
¡Hola chicas! Muchas gracias por vuestros comentarios :D
ResponderEliminarAdrastea, estoy de acuerdo contigo en que lo más importantes es no frotar después del pinchazo. Yo, por si acaso, intento no rozarme en todo el día, jajaja. Y la verdad es que me va mucho mejor de lo que esperaba. ¡Tenía tanto miedo!
A mí también me pasa que, como soy delgada, me cuesta coger un pellizco grande de carne. De hecho, tengo que inclinarme hacia el lado en que me pincho para acumular piel, jajaja. La verdad es que no me imagino hacer esto con tripa, me parece imposible, pero si muchas otras chicas lo habéis hecho durante los nueve meses de embarazo, ¡entiendo que yo también podré!
María, se me ha olvidado contar en la entrada que ya me hice mi primer control de factor anti-Xa. Según el inmunólogo, los valores están bien, así que no tengo que volver a repetírmelo hasta la octava semana de gestación... si es que llego :S
La verdad es que estoy muy agobiada con ese tema, he leído muchos casos de chicas a las que les ponen una dosis de heparina insuficiente y vuelven a abortar y solo lo consiguen cuando les aumentan la dosis. Me aterra que me pase eso, porque estoy agotada, pero bueno, no me queda otra que confiar en el inmunólogo, que ha sido la única persona hasta ahora que ha sabido arrojar algo de luz en mi caso. Lo que pasa es que me queda muy poquita fe en los médicos, la verdad...
En fin, a ver si pronto tenemos buenas noticias ;)
¡Un abrazo!
Hola preciosa!! me alegro leerte tan bien con el Adiro!! eres una campeona y que esto surja efecto!!!
ResponderEliminarAdrastea! hacia mucho que no te leía no sabía que habias sido Mamá , enhorabuena!!!
Sí Merimeri, buscando desde el 2012 y finalmente gracias a la heparina hemos sido papás a principio de año. Seguimos sin tener un diagnóstico, pero en nuestro caso parece que la heparina ha sido la clave.
ResponderEliminarMe alegro de que vayas tan controlada con el inmunólogo :-) Aquí estaremos deseosas de leer tu positivo :-)
Hola Remedios! Escribí hace poquito en otra de tus entradas.
ResponderEliminarYo ya llevo 2 semanitas con la heparinta y mi transferencia es mañana por fin! Pensé que no iba a llegar nunca.
Sobre el adiro, me dijeron que empezaría a tomarlo el día de la transferencia porque mi pauta es profiláctica y no hacía falta antes... No sé, te iré contando si finalmente, esta vez, sale bien.
Un consejo que a mi me vino bien es pinchar más cerca de la cintura que del ombligo. Y la verdad es que, una de las veces, me pinché como a 3 dedos del ombligo y me salió un moratón bestial, todos los demás pinchazos no han dejado señal ninguna.
Sigo pendiente de tus avances. Eres una campeona!
Beatriz.
¡Gracias por vuestros comentarios, chicas! :D
ResponderEliminarBeatriz, ¡vamos casi a la vez! Crucemos los dedos para que esta sea la buena en ambos casos, ¡ánimo!
Yo todavía no me he dejado moratones bestiales, pero moratones amarillos ya van unos cuantos. No sé, creo que según acumulas pinchazos, la tripa se va poniendo más sensible... A este paso, me veo con la tripa morada en breve, ¡arg!