Empiezo a cumplir con las citas médicas previstas en mi calendario, y la encargada de romper el hielo ha sido la visita a la clínica para hacerme los análisis.
Una de las cosas que más me gustan de esta clínica es que puedes ir a hacerte los análisis en un horario muy amplio. En la otra clínica, por el contrario, solo pinchaban a primera hora de la mañana. Esto me obligó a faltar un montón de veces al trabajo (betas, controles de estradiol...), con todo el estrés que eso conlleva, porque en mi trabajo no se queda una silla vacía: en mi trabajo se queda una clase con treinta adolescentes a cargo de un compañero cabreado, que hace un total de treinta y una personas preguntándote después qué coño te ha pasado.
Afortunadamente, aquí ya llevo tres análisis la mar de cómodos y discretos.
En esta ocasión, y por primera vez, me tocó un enfermero. Al principio fue amable con esa amabilidad aprendida que se gastan en esta clínica (y que me resulta preferible a la buena voluntad, auténtica pero escasa, que tenían en la otra), pero me llamaba de usted y eso me reventaba bastante. Así que me puse en plan chistoso para que se diera cuenta de que no era una clienta vieja y estirada, sino una clienta vieja y simpaticona. No sé, me gusta ser cercana con la gente que no conozco, y más cuando van a horadarte el brazo. Así que acabamos riéndonos bastante.
Eso no evitó, claro está, que me sacara nueve tubos. NUEVE. Hasta el momento, tenía el récord en los ocho que me sacaron para el estudio de trombofilia. Pues bien, en esto como en tantas otras cosas, ya he batido mi propio récord.
Qué puedo decir. Mientras el enfermero preparaba todo el arsenal, yo solo podía dar gracias de que estemos en otoño y llevemos manga larga, porque me esperaba el bonito morado que me iba a adornar el brazo durante días. Para mi sorpresa, sin embargo, ocurrió todo lo contrario. El chico se las apañó para pincharme sin dolor y sacarme los nueve tubos a una velocidad de vértigo. Cuando nos despedimos, todavía partiéndonos de risa con todas las tonterías que habíamos dicho, casi le doy un beso y un abrazo y le pido que sea mi nuevo mejor amigo. Y es que, al final, no se me ha quedado ni el recuerdo del pinchazo.
Y ahora unos datos técnicos para quien tenga interés en este tipo de pruebas.
Todos los valores que me han pedido en estos análisis se incluían ya en el estudio de trombofilia, y la mayoría no tiene tanto que ver con la coagulación como con el sistema inmunológico. En realidad, parece que ambos están dolorosamente relacionados, pues el cuerpo puede reaccionar contra un elemento externo no solo atacándolo mediante los anticuerpos, sino coagulándose hasta ahogarlo: justamente lo que me puede estar pasando a mí.
Estos son los resultados que tuve en el estudio de trombofilia:
Antitrombina III: 102% (rango 70-120%).
Proteína S: 104,8% (rango 60,1-113,6%).
Proteína C: 128,3% (rango 70-1120%).
Anticoagulante lúpico: negativo.
Anticardiolipina IgG: 0/negativo (indeterminado ≥ 10, positivo ≥ 20).
Anticardiolipina IgM: 1,50/negativo (positivo ≥ 10).
Beta-2-glico-proteína-1 IgG: 2,4/negativo (indeterminado ≥ 10, positivo ≥ 15).
Beta-2-glico-proteína-1 IgM: 2,5/negativo (indeterminado ≥ 10, positivo ≥ 15).
Lo único que me salió alterado según los rangos fue la proteína C, que estaba elevada, aunque, según me explicaron dos médicos distintos, lo peligroso es tener déficit.
Y mis dos valores de homocisteína: 13,6 y 7,88. El primero está por encima de lo deseable, que es 10, y el segundo por encima de lo óptimo, que es 7.
Además, esta vez me han analizado también los receptores KIR, que explican la reactividad inmunológica del cuerpo y, al parecer, están sustituyendo como marcadores a las famosas "natural killer".
Estos son los resultados que tuve en el estudio de trombofilia:
Antitrombina III: 102% (rango 70-120%).
Proteína S: 104,8% (rango 60,1-113,6%).
Proteína C: 128,3% (rango 70-1120%).
Anticoagulante lúpico: negativo.
Anticardiolipina IgG: 0/negativo (indeterminado ≥ 10, positivo ≥ 20).
Anticardiolipina IgM: 1,50/negativo (positivo ≥ 10).
Beta-2-glico-proteína-1 IgG: 2,4/negativo (indeterminado ≥ 10, positivo ≥ 15).
Beta-2-glico-proteína-1 IgM: 2,5/negativo (indeterminado ≥ 10, positivo ≥ 15).
Lo único que me salió alterado según los rangos fue la proteína C, que estaba elevada, aunque, según me explicaron dos médicos distintos, lo peligroso es tener déficit.
Y mis dos valores de homocisteína: 13,6 y 7,88. El primero está por encima de lo deseable, que es 10, y el segundo por encima de lo óptimo, que es 7.
Además, esta vez me han analizado también los receptores KIR, que explican la reactividad inmunológica del cuerpo y, al parecer, están sustituyendo como marcadores a las famosas "natural killer".
Tengo la esperanza de que no me descubran nada, porque el tratamiento que me van a poner va a ser parecido, pero no habría repercusiones para mi salud fuera del embarazo.
A ver si hay suerte :)
A ver si hay suerte :)
Estamos en la misma "fase" de pruebas. Después del bioquimico y ab. retenido me hice por mi cuenta las pruebas de trombofilia y también me hice las KIR. En la SS hacen las pruebas de trombofilia después del 3er aborto y de la inmunologia pasan directamente.
ResponderEliminarLas pruebas me salieron bien y el KIR es AB, ya no se por donde buscar..
No sabia de la relación entre ellas..
Aunque la hematologa me ha aconsejado pincharme la Heparina en el siguiente intento como tratamiento empírico... Alguna vez te pinchaste Heparina?
Maria
¡Hola María!
ResponderEliminarTodavía no he probado ningún tratamiento con heparina, pero el próximo lo haré con ella, independientemente de lo que me salga en las pruebas.
Además de heparina (desde la ovluación, que para las que tenemos bioquímicos, todo lo que sea desde el positivo es demasiado tarde), aconsejan utilizar adiro al menos un mes antes de intentarlo (su efecto es distinto al de la heparina, aunque parezcan lo mismo). También da buen resultado utilizar progesterona desde la ovulación (en reproducción asistida la ponen siempre, pero si estás probando con el método natural, se la puedes pedir al médico de cabecera).
Mucha suerte para tus próximos intentos, espero que la heparina sea tan milagrosa como cuentan... :)
Estoy en TRA mas de 6 años, 4IAC negativas, de los FIVs un bioquimico, un negativo y un ab. diferido a las 9 sem. Las pruebas OK. Por esto busco pruebas mas "raras". Estaba considerando la vacuna antipaternal, pero es tan controvertido este tema. Quien se quedo embarazada lo alaba, quien no dice que es una estafa, no se.. Si lo hago te comento que tal va:)
ResponderEliminarMaria
¡Hola otra vez!
ResponderEliminarAdemás de la vacuna antipaternal, también hay otros tratamientos para regular el sistema inmunológico, como la prednisona y las gammaglobulinas. En los foros de abortos de repetición saben mucho sobre esto, te recomiendo especialmente el de "Crianza Natural".
De todas formas, si en Hematología no ven nada, también puedes ir a Inmunología. De hecho, cuando no se tienen trombofilias, la cosa suele ir más bien por ahí...
Bueno, a lo mejor ya sabes todo esto, jeje. Mucha suerte con lo que pruebes y, si quieres, sígueme informando :)
Hola!
ResponderEliminarPues no te creas, soy muy novata en temas inmunologicos y aprovecho para darte las gracias que te tomas tu tiempo y explicas de una forma sencilla aspectos médicos.Y por cierto tienes un don para escribir:)
Fíjate que no se me había ocurrido ir a un inmunologo, estuve estos días mirando el tema y resulta que ademas tiene que ser Inmunologo Reproductivo. Se que hay eminencias en Madrid y Barcelona pero para despasarse allí otra vez hay que gastar.
La Hematologa entraba en el seguro y fue mas sencillo. Uff aun no se que haré.
Seguiré informando y leyendo tus entrada, mucha suerte!
Un beso, Maria