Volvieron a llamarnos de la clínica, casi veinte días después de la primera llamada. Pero no fue con las noticias que esperábamos. Nos dijeron que había habido un "malentendido", que no era la doctora quien se tenía que poner en contacto con nosotras, que éramos nosotras las que teníamos que acudir a una cita con la doctora para llevarle los resultados de los análisis que nos había pedido la primera vez. Y que debíamos hacerlo cuanto antes, porque solamente nos reservaban los embriones durante tres meses.
La situación me llenó de una frustración que no hizo sino aumentar cuando me enteré de que, al contrario de lo que nos había asegurado la doctora en aquella primera cita, no hacía falta esperar a que nos llamaran para hacerme los análisis, puesto que, al no utilizar mis óvulos, no incluyen ninguna hormona ligada al ciclo menstrual. ¡Ni siquiera tengo que dejar la píldora para hacérmelos! Así que ya los podía haber tenido listos para cuando nos llamaron la primera vez, o incluso, ¡quién sabe!, ya podíamos haber tenido esa cita de revisión de pruebas.
Quienes conocemos cómo se administra el tiempo en reproducción asistida sabemos que este tipo de "malentendidos" pueden multiplicar un mes de tratamiento por dos, tres, cuatro, cinco o sabe-dios-cuántos. No es que a estas alturas un mes arriba o abajo me vaya a poner nerviosa (ni dos, ni tres, ni cuatro...), pero me da rabia haberme pasado casi un mes mirando de reojo el móvil para que ahora me metan prisa, cuando ya podíamos tener nuestras pruebas listas y las fechas del tratamiento claras.
Quienes conocemos cómo se administra el tiempo en reproducción asistida sabemos que este tipo de "malentendidos" pueden multiplicar un mes de tratamiento por dos, tres, cuatro, cinco o sabe-dios-cuántos. No es que a estas alturas un mes arriba o abajo me vaya a poner nerviosa (ni dos, ni tres, ni cuatro...), pero me da rabia haberme pasado casi un mes mirando de reojo el móvil para que ahora me metan prisa, cuando ya podíamos tener nuestras pruebas listas y las fechas del tratamiento claras.
Lo cierto es que en las dos clínicas he tenido la misma sensación de caos y he sufrido retrasos semejantes en lo que se refiere a pruebas de diagnóstico, así que, una vez superadas las ganas-de-matar iniciales, he decidido ser proactiva, tomarme las cosas con calma y organizarme bien las citas y los análisis.
Preparada para enfrentarme, nueve meses después (!), al regreso de las agujas.
Reproducción asistida y vértigo parecieran las dos caras de una misma moneda: Siempre hay apuro e inseguridad, y contratiempos que sortear... :/ Pero lo hermosamente positivo es que está ahí nomás, al alcance del calendario, esa nueva oportunidad ♥ SUERTE!!!!
ResponderEliminar¡¡Gracias!! :D
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