domingo, 28 de febrero de 2016

Mise en abîme


Cuando en la Edad Media componían relatos, les gustaba diseminar pequeños guiños sobre el desenlace a lo largo de toda la historia. El público generalmente conocía el final y, por más paradójico que resulte, las anticipaciones sobre cómo iba a terminar tal o cual personaje aumentaban la emoción del relato. Uno de los recursos para hacer esto se llamaba "mise en abîme", y consistía en narrar un pequeño motivo que tuviera la misma estructura que la historia completa: un relato dentro de un relato, un desenlace previo al desenlace pero semejante a él.

En estos días ha venido a mi memoria este recurso porque siento que los dos procesos de adopción en que estoy inmersa se relacionan entre sí como un "mise en abîme": ambos han dado ya comienzo, en ambos media una lista de candidatos y un periodo de espera que culminará con una llamada, los dos requieren de una preparación previa (médica en un caso y psicosocial en otro) y espero que ambos terminen con la llegada a nuestra familia de quienes serán nuestros hijos, a pesar de que no compartamos con ellos nuestro material genético.

Como en los relatos medievales, este "mise en abîme" me crea mucha emoción: siento que la adopción de embriones será un pequeño gran anticipo de la adopción de un niño, por lo que el primer proceso me preparará para el segundo. En realidad, soy consciente de todas las diferencias que median entre ambos, pero también siento que son diferencias de "tamaño": en ambos casos estamos hablando de formar una familia con una peculiaridad que la hace distinta a la mayoría.

¿Y acaso no iba a ser ya distinta a la mayoría?

2 comentarios:

  1. Ya formáis una bonita familia que aumentará pronto,no sólo porque lo merecéis, sino porque estáis poniendo todo de vuestra parte de forma consciente y meditada para que ese momento llegue. Y mientras tanto, disfrutad muchísimo la una de la otra. Un beso.

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