viernes, 19 de mayo de 2017

A vueltas con la metformina

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La metformina no cae bien en la nueva clínica.
O, para ser más concreta, genera una buena dosis de indiferencia.

En la primera transferencia, una doctora de tantas me dijo que la dejara. Yo le hice caso, deseosa como estaba de no tomar ninguna pastilla; pero a los dos días me arrepentí, agobiada por la idea de que mi cuerpo fuera incapaz de ovular sin ayuda.

Esta vez, como teníamos cita con la presunta superdoctora a la que se le ocurrió que fuera a la consulta de Inmunología (y siempre le estaré agradecida por ello), decidí preguntarle por la metformina con el objetivo de resolver mis dudas de una vez para siempre.

Pero no lo conseguí.

Ojo a las frases que se marcó esta señora:

ㅡLa metformina se utiliza para evitar abortos en mujeres con SOP...

Hasta ahí bien: deduzco que como yo tengo SOP y he tenido tres abortos, la necesito.

ㅡ... pero tú no la necesitas. Porque no tienes granos. Y estás delgada.

Tócate el moño

ㅡEn cualquier caso, nosotros hemos consultado al Instituto No Sé Qué y nos han asegurado que no es teratogénica. De hecho, en países del Tercer Mundo se utiliza para tratar a mujeres diabéticas durante todo el embarazo, porque es mucho más asequible que la insulina y no tiene contraindicaciones graves.

Grandísimos datos.

El caso es que, según esta señora, puedo seguir tomando la metformina hasta la transferencia y después dejarla alegremente. Yo traté de profundizar en el tema, sacando a colación datos objetivos del tipo "En mis análisis de 2014 consta que no tengo resistencia a la insulina, pero...", para ver si así podíamos discutir de algo que no fuera el aspecto de mi cara. Porque, como le recordé, mi piel es muy capaz de generar un acné de tamaño XL, y ahora mismo no está ocurriendo por la única razón de que he tomado la píldora durante meses.

Pero dio igual. En esta clínica, la metformina no mola

Al principio me autoconvencí de que podía dejarla. Bueno, pensé, no está mal. Una pastilla menos, blablabla. Pero enseguida empecé a sentirme como la otra vez. No podía sacarme de la cabeza la frase: "La metformina se utiliza para evitar abortos en mujeres con SOP". Y es que, ¿acaso yo no soy una mujer con SOP? ¿Acaso yo no aborto? Entonces, ¿¿no será que necesito metformina??

Así que me puse a leer todo lo que encontré en Internet sobre el tema, porque ya no me fío. De nada ni de nadie. Y encontré que la metformina es buena, muy buena. Que no solo no me hace mal, sino que puede hacerme mucho bien. Y que no debo dejarla, digan lo que digan. Que pienso seguir tomándola, después de la transferencia y, si tengo suerte, durante el embarazo.

El motivo por el que dudaba entre tomarla o dejarla no era, como la otra vez, las ganas de librarme de pastillas. Lo que ocurre es que, desde la segunda FIV, sé que la metformina reduce la absorción de vitamina B12. Y ahora que también sé que tengo una mutación que la dificulta, provocando un aumento de la homocisteína y, con ello, una elevación de la coagulación, necesitaba decidir qué era preferible: potenciar al máximo la absorción de B12, dejando la metformina y arriesgándome a que mis ovarios poliquisteen a lo loco, o seguir con la metformina aun a riesgo de no absorber suficiente vitamina B12 y tener la coagulación más elevada de lo que me gustaría.

En principio, la primera opción me parecía la mejor, porque pensaba que tenía que centrarme en regular la coagulación. Pero, después de leer mucho, he llegado a la conclusión de que la metformina no es negociable. Que, probablemente, no vaya a ser negociable durante el resto de mi vida.

Algo que me ha dejado más tranquila, no obstante, es que, si bien tomar esta pastilla de manera aislada eleva la homocisteína, que de por sí ya suele estar elevada en mujeres con SOP (¡nuevo dato!); se ha comprobado que combinarla con vitamina B12 en cantidades masivas consigue tanto que la homocisteína baje como que los estragos del SOP se regulen. Así que me parece que tendré que abonarme a este combo forever.

La verdad es que los artículos que he leído me han dado mucha seguridad a la hora de tomar esta decisión. Pero me queda la tristeza de no poder contar con un médico que entienda el SOP y sepa manejarlo.

Tendré que seguir buscando...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Comentarte que varios gines que he visitado me han aconsejado metformina(sin tener SOP, solo OP). Intente tomarlas, pero me daban diarreas muy fuertes (solo con media pastilla) y lo deje. Tengo aun la receta donde pone "tomar hasta oír el latido". Lo que no se que se hace después del latido, se suspende o no...

Maria

Remedios Morales dijo...

¡Hola María!

Acostumbrarse a la metformina es MUY DURO. A mí, aparte de las diarreas, me provocaba muchísimo cansancio y debilidad. Estuve así un par de meses y pensé que nunca la toleraría, pero después mi cuerpo se acostumbró y ahora es como si no la tomara. Ese es otro motivo por el que no quiero dejarla alegremente, ya que volver a acostumbrarme a ella significaría volver a pasar por el mismo calvario.

En mi primera clínica, que es donde me la recetaron, también recomendaban tomarla hasta escuchar el latido. Pero últimamente he encontrado algunos artículos que indican que, para prevenir abortos, hay que tomarla hasta la semana 14, y para evitar la diabetes gestacional, hasta la 32. Así que ese va a ser mi objetivo. Lo difícil será encontrar un médico que me respalde...

¡Un abrazo!

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